Acerca de Molli

Así era mi niña cuando nos la encontramos abandonada en la puerta de la frutería de nuestro barrio, solo tenia cuatro días y tenia los ojitos cerrados. La llevamos al veterinario para que nos la revisara y que nos diera instrucciones de como teníamos que alimentarla. Le tuvimos que dar biberón durante un mes y las primeras semanas cada tres horas. Además tuvimos que estimularle para que empezara a hacer sus primeras caquitas.
Así pasaron las primeras semanas creciendo muy rápido. Poco a poco empezó a sacar su carácter y expresar lo que le gustaba y lo que no, y cuando quería algo y como.
Fue muy divertido ver como empezaba a sacar su instinto felino, como se le erizaba el pelo y se le hinchaba el rabo sin ningún motivo aparente. También empezó a atacarnos los pies cuando pasábamos por el pasillo.
Aquí otra foto de un poco mas mayor.

(Mami que es esto que se mueve?????)
También empezó a dormir entre mi marido(Toni) y yo. Pero cometimos un fallo le dejamos que jugara con nuestra mano, y para ella era un motivo de caza y ahora cuando queremos acariciarla, ella se cree que queremos jugar y intenta jugar con ella.

También aprendió enseguida a usar la bandeja y no a vuelto a hacer un pis fuera de ella. Ademas empezó a querer subirse por los marcos de las puertas y a caminar por encima de las puertas, cada vez que le da un ataque de esos que les suelen dar, corre por todo el pasillo, coge carrerilla y alaaaa a trepar para arriba.

También la señorita, se impulsa con las patas apoyadas en las paredes para dar saltos ( yo lo llamo hacer matrix), tengo todo el pasillo con marcas de sus patitas.

(Otra vez la pesada de la mami con la cámara, tengo sueñooo)

Cuando Molli cumplió los siete meses la tuvimos que castrar, vivimos en un piso con bastantes vecinos, y la verdad que los celos eran bastante ruidosos y además por las noches.

Nosotros vivimos solos mi marido y yo , y molli esta acostumbrada a que en casa no hay mucho jaleo los dos somos muy tranquilos.

Por eso no le gusta la gente cuando tenemos visita todo el mundo le tiene miedo, pues la señorita no para de bufar y gruñir, y por supuesto no se la puede tocar.

Además la muy lista tampoco se va a esconderse, al revés , tiene que estar allí en medio, vigilando en todo momento todo lo que pasa.

Sin embargo cuando estamos solos es toda ternura.

Bueno ya os iré contando mas cositas de molli, y colgare mas fotos.